Las bibliotecas, cuando las hay, son casi siempre una parte importante en la decoración de una casa. Rara vez uno construye una biblioteca o repisa para que esté oculta de la vista de todos.
Si entramos en una habitación y hay una biblioteca, casi inevitablemente la vista se irá hacia ella. Por ese motivo, es recomendable darles un buen uso. Que cumplan su función (albergar libros) está perfecto. Debe tener una utilidad. Pero también estar bien lookeada para que sea una parte agradable de la decoración.
Acá, unos tips para decorarla:
Está bien que busques decorar cada estante de a uno por vez pero, cada tanto, alejáte lo suficiente como para ver la biblioteca completa y buscá que el equilibrio entre llenos y vacíos se de en todo el conjunto.
UN BUEN TRUCO: ubicá objetos del mismo tipo siguiendo una línea diagonal de un estante al otro. Por ejemplo, un grupo de libros se ubicaría asi: en el estante superior en el margen derecho, en el estante central otro grupo al centro y en el estante inferior, un último grupo hacia el margen izquierdo. Así podrás garantizar cierto balance en la distribución de objetos. De la misma manera, podés jugar a formar triángulos entre los distintos estantes.
Buscá un equilibrio entre lo horizontal y lo vertical
Podés colocar libros en ambas posiciones, o todos los libros en posición horizontal y luego colocar adornos arriba de algunos, para darle un poco de altura a algunos sectores. Sin variaciones de altura se corre el riesgo de que el con junto se vea un poco monótono o aburrido.
Superponé objetos. Uno de los recursos más útiles para crear capas, además de ubicar los objetos más adelante o más atrás en el estante, es colocar cuadros sobre el fondo y otros objetos o libros por delante. Además de darle cierta profundidad a la biblioteca, es una manera excelente de exhibir una obra que nos gusta o de añadir color. Un libro que te guste mucho colocado de frente también es una buena opción.
Lo ideal es que el color guarde alguna relación con la decoración del resto del ambiente. Podés mantener los colores neutros y agregar objetos de determinado color, repitiendo éste (o sus diferentes gamas) en todo el recorrido de la biblioteca.
También es una excelente opción darle color al fondo de la repisa y mantener los objetos y libros en un solo tono. Si tenés muchos libros, una buena idea es colocar los lomos hacia adentro, para que sus colores no rompan con el diseño que quieras darle a la biblioteca.
Las bibliotecas llaman mucho la atención... como dijimos antes, generalmente son protagonistas de ambientes y la vista cae en ellas automáticamente. Por lo tanto, hacé una selección de los libros y artículos que quieras exhibir... Despues de todo, es su finalidad: EXHIBIR. De lo contrario usaríamos un mueble con puertas.
Entonces... Acomodá tus libros favoritos, objetos que te gusten, recuerdos de viajes por ejemplo, una colección de globos terráqueos tal vez... Pero no pongas todo lo que no encuentre lugar en la casa sobre sus estantes. Y si no te queda más remedio, o tenés poco lugar de guardado, los canastos y las cajas forradas o pintadas son la mejor opción para guardar adentro todas esas cosas que no querés que se vean... y, la verdad, quedan divinas!
Y de yapa, como las repisas no sólo decoran escritorios o salas de estar, les dejo una selección de hermosas repisas en baños y cocinas para ispirarse...
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